El Ministerio de Hombres es una labor muy marcada en mi vida desde mis inicios en el llamado al pastorado. El Señor comenzó hablando a mi corazón a través de las Sagradas Escrituras, ya que encontraba versos donde se marcaba la posición del hombre: el hombre refleja la imagen de Dios, del Creador, y esa imagen fue puesta en los hombres para que la pasen a sus hijos, y la establezcan en su hogar.

Dios como Creador del hombre inicio con una pareja Adán y Eva. Le dio a Adán su imagen y luego leemos en Genesis 5, que Adan engendro un hijo a su misma imagen y semejanza. 

“Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.” Genesis 5:3

Y así constantemente cuando escudriñaba las Escrituras hallaba textos en los cuales Dios estaba buscando, llamando a los hombres. Uno de ellos dice que Dios estaba buscando hombres que se pusieran en la brecha a favor de la tierra, pero no los encontraba. 

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.” Ezequiel 22:30

Por eso las Escrituras marcan una cualidad muy valiosa en el Rey David. Él fue un hombre conforme al Corazón de Dios”. El Señor está buscando hombres conforme a su corazón, rendidos y que se entreguen completamente a Él. 

Siempre he visto que los hombres necesitan comprender su figura, su roll de hombres de ese varón conforme a la imagen del que lo creo, y que ha sido desdibujada por el enemigo quien constantemente vive usando sus perversas armas para atrapar a los hombres y mantenerlos cautivos hasta esclavizarlos. 

Y viendo esta problemática espiritual, pude sentir la pasión que Dios puso en mi corazón para ayudar a los Hombres a recuperar su libertad espiritual y que sean completamente nuevos, libres para servir a Cristo y a sus familias. Vemos el poder de la transformación de un hombre cuando Cristo cuando libero a un varón que estaba esclavizado por espíritus malvados, y después de liberarlo le dijo que se fuera de nuevo a los suyos, esto es a su casa, su familia. (Marcos 5:1/14).